Reseña de La mano de Midas

Al autor Antonio Parra Sanz le conocí durante un evento en El Corte Inglés Salzillo de Murcia. Participaba en un debate a tres bandas entre autores que ubicaban sus novelas (de género negro) dentro de las fronteras murcianas. Fue un debate muy enriquecedor, casi tanto como enriquecedoras son las tres novelas que me llevé ese día. Como autor siempre estoy buscando nueva, y buena, literatura de la que nutrirme.

La mano de Midas es una novela de corte detectivesco moderno, ambientada en la actualidad en Cartagena. A través de la perspectiva de un detective privado, Sergio Gomes, nos encontramos con una pareja que busca esclarecer la muerte de un familiar, Benjamín Blaya. El caso ha sido cerrado por la policía como un accidente, aunque también se sospechó de suicidio. Sin embargo la familia insiste en lo contrario, y Galindo, el jefe de Gomes, azuza a nuestro protagonista para que meta las narices en ello. ¡Vaya si lo hace! Ni que decir tiene que las cosas no siempre son lo que parecen, y Gomes encontrará indicios, casi siempre pequeños, que incitarán a la sospecha.
La vida y secretos de Blaya, el muerto, irán apareciendo en un mosaico de informaciones confusas pero que van cobrando sentido gracias a la insistencia de Gomes. Además el detective tendrá tiempo de conocer a gente muy interesante en su camino, como un inspector de policía dedicado a su trabajo y una forense que le hará de guía en más de una ocasión. Además de ellos, Gomes se entrevistará con todos los conocidos de Blaya, un variopinto grupo de personas que nos dejan ver la gran capacidad del autor en cuanto a modelar se refiere. Desde lo más granado de la sociedad hasta los bajos fondos.

Al final... No voy a contaros el final, claro. Pero sí voy a deciros que la aventura se tuerce para Gomes, llegando a ser peligroso.

Para los que disfrutamos con este género, La mano de Midas es una estupenda novela. Me gustan los personajes grises, con un pasado triste y al tiempo siguen siendo vitales, capaces de hacer avanzar la historia. Antonio Parra lo consigue con Gomes. Y eso que él prefiere el estilo de narración de primera persona, que a mí, en lo personal, no me convence. Sin embargo escribe muy bien, es capaz de describir su entorno para darnos una fiel reproducción de las escenas en muy pocas palabras. Eso me compensa de sobra, y me dejó pegado a su libro.
Cartagena como escenario es una gran elección, aunque bien trabajado, como hace Antonio Parra, cualquier escenario resulta convincente. Será que yo también conozco la ciudad, pero me ha gustado mucho leer una historia de detectives allí. Y no es para nada una novela localista. Una novela con la calidad de La mano de Midas, transciende las fronteras.

Yo voy a seguir leyendo y descubriendo. Que este verano, con tiempo libre, debo volver a mis tareas de escritor y necesito seguir inspirándome. ¡Nos leemos!